BUSCADORES DE TESORO

BUSCADORES DE TESOROS.

La definición dada a la palabra "oro" por la Real Academia de la Lengua Española dice que: " es un elemento químico de núm. atóm. 79. Un metal escaso en la corteza terrestre, que se encuentra nativo y muy disperso. De color amarillo brillante e inalterable por casi todos los reactivos químicos, es el más dúctil y maleable de los metales, muy buen conductor del calor y la electricidad y uno de los mas pesados."

Si comparamos este metal con la pintura o cualquier otra manifestación de arte, podemos darnos cuenta de que no son tan diferentes.
El buen arte es escaso, disperso, difícil de encontrar; pero una vez se encuentra es brillante, inalterable. Pero este es el punto de partida, encontrarlo. Cuanto más evolucionamos, más nos olvidamos de la autenticidad del arte y su significado.
Cada vez más se crean obras banales y sin sentido para llenar un mercado sin juicio ni valor. Es entonces cuando la disciplina se convierte en un negocio, al igual que pasa con el metal del oro; y dejamos de ver su belleza y singularidad para tratarlo como una simple mercancía.

El oro ha sido siempre el metal precioso por excelencia que ha producido más errores en la conducta humana, debido al poder de riqueza que simboliza.
Al igual que este, el arte no ha dejado de ser en muchas ocasiones un producto realizado para su negociación y consecuente venta; olvidandonos de su carácter didáctico, espiritual, estético y enriquecedor a nivel personal y cultural.

Debemos cambiar esta concepción y empezar a reconsiderarlo como un bien común, un necesidad individual y colectiva, sin beneficio, mas que el de nuestra propia sensibilidad, ya que si nos comportamos como simples buscadores de tesoros, acabaremos transformándonos en ingenuas máquinas de consumir y destruir lo verdadero del arte y de la vida en general.

18 jun 2011

JOAN HERNÁNDEZ PIJUAN.

“Volviendo a un lugar desconocido desde la mirada como pensamiento”.
Dicha frase; no se si del conferenciante Pep Montoya o del artista Joan Hernández  Pijuan; es la esencia del trabajo artístico de este último.
Su obra personal es una gran reflexión sobre el tiempo, su contemplación y el entorno que la rodea.
Con su mirada atenta, Pijuan sabe captar los detalles de un mundo que cada vez es más rápido y fugaz, donde casi todo pasa desapercibido sino realizamos el ejercicio de pararnos a observar y reflexionar.
Este artista observa con una mirada distinta, analítica, lo que en ocasiones estamos acostumbrados a ver sin percatarnos de sus cambios, de su diversidad.

Desde mi punto de vista, esa es una de las mejores cualidades de un artista.
Saber diferenciar estos cambios que se producen a nuestro alrededor constantemente no es nada fácil; por ello, el análisis minimalista que ofrecen sus obras, en las que muestra la esencia de lo que observa; me parece una magnifica forma de ver y sentir la vida.

Su exposición en la Madraza (Granada) recoge esta aptitud. Sus obras son el resultado de un proceso de contemplación y meditación de la naturaleza desde una perspectiva muy personal y profunda.

Gracias a la Conferencia realizada por Pep Montoya y Emilio Zurita en la Facultad de Bellas Artes de Granada, podemos sentirnos más cerca  de la obra de este artista, humilde y claro, como sus pinturas; y  apreciar las desigualdades de la vida y el contexto en las que se nos presenta.




A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto,
y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde (1854-1900)

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